lunes, 29 de diciembre de 2008

AHORCADA INOCENCIA


Diosa noche, luna llena comienza el asomar
coronando el horizonte entre brumas de cristal,
tenue terciopelo negro de estrellas al brillar...
contemplo en la ventana, caricia en frío umbral.


Recorro el transparente, pensativo...sonriente,
jardín acristalado de cerezo y tú presente,
que bailas con la brisa, piel blanca adolescente,
cabello de azabache, clara mirada ausente.


Vestido negro de seda, oscura claridad
roja rosa en tus manos...en tus labios, un rosal,
al son del viento te mueves, incesante tu danzar
bajo flores de cerezo, blanco cisne al volar.


Presencia gélida muerte, complacido...expectante
alabo digna belleza, divina obra de arte
aguardo aquí tu regreso...alma pura, fiel amante
camina a paso lento, arde anhelo abrazarte.


Alzo la mirada, la Diosa está en lo alto,
devoran el cielo cuervos...en silencio, vuelo raso,
sombras se perfilan, intranquilas...paso a paso,
difuminan ya las nieblas el naciente y el ocaso.


Ya olvidado el miedo, ignorado el temor,
nocturno hielo frío...consumido tu calor
y el tiempo detenido, carente de valor...
inerte velo sombrío, dulce rostro sin dolor.


Aguardo tu venida, mi mano en el cristal
dibuja sortilegios...caricia en frío umbral,
inocencia fracturada, palidez intemporal,
tensa soga lacerante, siniestro lazo mortal.


"...Tus pies apenas rozan
la fina hierba escarchada...
por gélido viento mecida,
niña de opaca mirada...
camina entre sepulcros,
sendero de fuegos fatuos...
devuelve tu cuerpo a la vida
tras la muerte consumada..."


HorusKáiser.

AHORCADA INOCENCIA II (OSCURA SALVACIÓN)

Tus pies apenas rozan
la fina hierba escarchada...
por gélido viento mecida,
niña de opaca mirada...
camina entre sepulcros,
sendero de fuegos fatuos...
devuelve tu cuerpo a la vida
tras la muerte consumada.


Marchita la noche muriendo,
devorada es por el alba...
la trémula luna, sufriendo,
destiérrase ciega en tu alma...
las sombras, que se lamentan,
aúllan al día que arrebata...
naciente el cielo de fuego,
doliente el sello que mata.


En demora se va tu regreso,
el tiempo se marcha en resaca...
rómpase el nudo cerezo,
verdugo de tu garganta...
guía tus pasos sedientos
hacia el umbral que te aguarda...
vuelve a ser rosa en mi pecho,
teje mis labios de plata.


Hierve el jardín cristalino,
se va deshaciendo la escarcha...
se quiebra hilo tras hilo,
la soga se deshilacha...
pero tú aún no has venido
y el fuego asoma su cara...
tras la muerte que has sufrido...
Maldito el sol que te abrasa!


"...Una lágrima de sangre, que comienza a deslizar,
cuando el tiempo retrocede, retornando oscuridad...
se abre el cielo en fulgores, proseguido de un tronar,
asestándose en la horca...concediendo libertad..."


Horus Kàiser.

AHORCADA INOCENCIA III (MALDICIÓN)

Una lágrima de sangre, que comienza a deslizar,
cuando el tiempo retrocede, retornando oscuridad...
se abre el cielo en fulgores, proseguido de un tronar,
asestándose en la horca... concediendo libertad...

Destrozado es el cerezo, blancas flores tornan rojas,
entre ramas, sobre el suelo, ya tus pies en hierba posan...
de tus opacados ojos... brillo y luz al fin rebosan,
en la rosa de tus labios nuevos pétalos asoman...

Diosa noche persevera, magestuosa sobre bruma,
sobre el cielo de tu piel yace el poder de la luna...
que de luto es su vestido, ocultando al sol su rostro
para darte nueva vida...blanca dama, negra pluma...

Retomado en esperanza...hacia mí va tu camino,
entre cruces y sepulcros hierve el tiempo cedido...
en los pasos que restaban...quebraste el aliento perdido,
mordiendo nuestra maldición las entrañas del destino...

Vuelve el mundo a deslumbrar incendiando a fuego vivo,
el jardín de nuevo arde, entre rosas...muertos lirios...
sobre tumbas posa el sol, mancillando luz de cirios,
el sendero en fuegos fatuos desvanece en remolinos...

Corazón desenfrenado, en golpeo resquebrajado,
sangran la roca y la arena de los muros condenados...
el blanco cisne no vuela, no agita al aire sus manos,
paralizadas sus venas...torna en gritos su canto...

Criatura de la noche...vuelve a mí tu caminar,
no contemples tu reflejo y adéntrate al umbral...
que conserve tu belleza en tu cuerpo de inmortal,
que espejos y cristales...nunca muestran la verdad...

Con desfigurado rostro clava en cristal su mirada,
maldiciendo vida y muerte...en su voz cada palabra...
quema el día su figura, ya no atiende a mi llamada,
hacia el infierno se aleja...dulce niña en llamaradas...

Prisionero en una imágen, presencio en frío umbral,
recorriendo el transparente, entre la sangre y la sal...
del dolor y la desgracia que se aferra al ventanal...
niña...árbol...y mi alma...en sentencia , su final.

Horus Kàiser.

jueves, 13 de noviembre de 2008

LAZOS DE SANGRE

El beso carmesí se abre camino hacia mi corazón,
brillando para mí, más bella, la luna llena.
Campanas en hontananza repican en tu ausencia, lloran,
partida de los vientos...portadora de mi esencia.
Las flores silvestres marchitan en llantos
plegarias al sol que jamás veran amanecer,
sombras en la noche privadas de la luz ruegan,
palpar de nuevo la belleza de tus cabellos.
Pero tras el paso que aceptaste...de locura incontenida
volverás a mí, amarás la noche
y la oscuridad será tu hogar, tu vida en muerte eterna,
belleza y juventud inalteradas por el tiempo.
De encarnados besos de amor impío saciarás tu sed,
quebrantando corazones apasionados por la vida
y traicionados por la imagen de la muerte disfrazada,
mujer, que antaño fuiste frágil y tornaste poderosa.
Y a mi derecha serás mi amada,
amaremos a la luna roja en su amanecer,
lecho de sangre, lazos púrpura nos unirán tinieblas,
que bañarán nuestros cuerpos para el resto de los siglos.
Horus Káiser.

miércoles, 15 de octubre de 2008

ETERNO AMOR

Vi el dolor en tus entristecidos ojos...
me llevaron a buscar más allá de lo inexplicable,
a caminar la oscuridad de mundos inalcanzables
como vago caminante, errante suspiro de aire...
persiguiendo como sombra del lejano horizonte
los llantos de un infinito corazón llameante...
a volar a contracorriente los vientos del silencio,
a surcar tenaz el tiempo, traidor e inexorable.

Me detuve dormido en el jardín de los sueños...
laberíntico mundo, reino onírico de Morfeo,
audaz procurando que un mínimo resquicio
me guiase arrastrado por caminos improbables...
o verdad me hablase de algún signo o indicio
que fué de tu esencia, existencia adorable...
me llevase hacia el rastro dulzor de la sangre
de un fiel sentimiento a un deseo intocable.

Fatiga y cansancio, sufriendo incansable
cesaron mi paso en un manatial siseante...
agotado bebí de turbias aguas otoñales,
añorada presencia invadió mi roto cuerpo...
y un reflejo sentí en los quebrados cristales,
tibia sonrisa, serena en paraísos estivales,
a la luz de un día, distante tu claro rostro,
perdida tu mirada entre cuerpos celestiales.

Por un mundo de penas, tristezas lacerantes
entre dientes desgarrantes rogué allí no encontrarte
a las almas olvidadas, habitantes del olvido...
vagué torpe y tropezante como un pobre mendigo...
pues si por error o acierto algo de ti hallase
en los lodos de agonía y en terreno dolorido,
maldita la condena de mi sinrazón sangrante
y en mis brazos nacerías como noche de solsticio.

Ni en las puertas del Averno, donde todo está perdido…
de tu alma sin pecado, tierno amor irreemplazable,
encontré el suave aroma, aura en tenue colorido
que tus manos en las mías una vez ya han tejido...
y entre polvo y negro humo, ascendiendo en espirales
ardí en llamas avizadas por susurros lamentables,
subí al cielo de los cielos como halcón empedernido...
caí al suelo desplomado en mi deseo de alcanzarte.

Vi el dolor de la soledad en tus entristecidos ojos...
me llevaron a buscar donde jamás pude encontrarte,
que si de amor soy ciego, mi corazón es vidente...
y me llevó a encontrar para tenerte una razón...
en la vida fuí fracaso, renaciendo con la muerte…
en las sombras de mi reino, en la gloria o maldición
finalmente rasgarte, en cálida pasión ofrecerme,
eterno amor será tu lecho y mi pecho, tu balcón.


Horus Káiser.

lunes, 28 de julio de 2008

AL-ÁNGELUS

He visto un ángel en los albores de la eternidad...
soñando despierto los ocasos de mi sino.
Una estrella en lejanía acentuando clara luz...
que el astro de la noche en su aliento ha detenido.
Rebosando la belleza que me ciega al despertar...
en mis ojos la resaca, en mis lágrimas el vino.
Una voz va perforando en la inmensa oscuridad...
destruyendo maldiciones consagradas al dominio.
Donde cruzan viles ráfagas, la cruel mortalidad...
manteniendo mi desvelo malogrado y desvalido.
En un lúgubre silencio perseguido en ansiedad...
por pasados imborrables en etéreo remolino.
Quiso febril oportuno, encontrarse en dos caminos...
transitados en distancia...la rareza del destino.
Que a cada paso se cierra, arrimando la esperanza...
de uno y otro corazón, en sensible vaticinio.
Vagando sangre en corrientes, revelando un nuevo punto...
que en grabado fué marcado en un sello por latido.
De rojas letras indelebles, sentimiento en ascendencia...
intachable es cuestionado...corroborando omitidos.
Por una mente acechante al temor de realidad...
cuando en sueños transparentes van despertando sentidos.
Cae el tiempo en rumores, reloj de arena obturado...
en seca cascada al batir contra un fondo prohibido.
Sumergido en las antípodas de una ciega vanidad...
allá donde el valor de todo...en todo ha carecido.
Dejé manar la vida... en un gesto terminal...
en negros aquelarres, descifrando burdos ritos.
Por poder recuperar aquella oscura identidad...
que cerró mis fríos ojos a un mundo nunca mío.
En un caos de perjurias, ocultando la verdad...
manifestando pecados en soledad y en martirio.
Arrastrando bajo ciénagas y abismos sin final...
dirigiendo lentamente mis rodillas hacia el filo.
Que destierra eternamente la penumbra en el umbral...
donde el fuego que congela se alimenta en mi delirio.
Ahora quema la desidia, confundiendo percepciones...
se reflejan en dolencias que ambicionan por capricho.
Cuando el hielo arde en llamas, arrasando la razón...
y mi voz se apaga, sorda, en un grito sin sentido.
Rozando en llagas mis dedos, fina luz en piel de aire...
posando en grietas mis labios, en dulce cuerpo infinito.
Escuchando la fina voz en tonos de lejanía...
rezando a un fiel deseo, futuro encuentro cumplido.
Que en tantos breves momentos, aumentan la pasión...
buscando un mismo cielo que los mantenga unidos.
Y se rompan los cristales entre sus pálidas manos...
que en ellos un nuevo mundo los envuelva en si mismos.
Más sueños que convergen hacia el distante sentir...
levantando noble el vuelo, para saltar al vacío.
Pero mis alas cayeron en un fatal porvenir...
desgarradas sin piedad por un desdén corrompido.
Si seguir por lodo y piedras ha de ser último acto...
de alcanzar el sentimiento y mantenerlo junto al mío.
Donde estremece la tierra, acunando aguas calmas...
y un resplandor de tormenta consuele el pecho sombrío.
Horus Kàiser.

lunes, 19 de mayo de 2008

ALMA MATER (REQUIESCAT IN PACE)



Desvanece ya la noche...
sobre frágil escarcha...
despuntando el alba fúnebre...
preparándose la marcha...
en cotidiana labor...
con una nueva esperanza...
tomóse la decisión...
en letras de una carta...
reza ver la Madre Flor...
que se seca en la distancia...

Pero en sueño vibra el aire...
y en el aire Muerte canta...
corazón de mal presagio...
canciller de la templanza...
cual susurrante al oído...
sequedad de Vida Santa...
inquietud en los latidos...
flagelantes de constancia...
premonición sin sentido...
clarividencia macabra...

Obra el Norte laborioso...
erigiéndose en baluarte...
entre tanto un suspiro...
agoniza ya distante...
en el Sur último Adiós...
que se mantiene flotante...
sobre extensos olivares...
ascendiendo Alma Errante...
deja el cuerpo envejecido...
vuela libre y radiante...

Sopla el viento en siseos...
melodía mortificante...
que la Muerte ya cumplió...
en su acto visitante...
llevándose el Amor...
y un deseo dominante...
Al momento el pecho cruje...
el interior derrumbante...
martilleos de presión...
bombean sangre asfixiante...

Rabia explota por dolor...
derrocando el soporte...
cae ardiendo la Ilusión...
alejada golpe a golpe...
marchitóse ya la Flor...
en ahogado desplome...
apagando su calor...
en su tallo injusto corte...
cumple raudo el temor...
de cada noche su porte...

No hayaré más la sonrisa...
que el corazón alentaba...
ni en miradas y caricias...
que a la Madre Flor regaban...
con abrazos de visita...
y en los besos que le daba...
no sentiré más la brisa...
que mi alma iluminaba...
ni la suave voz tranquila...
consejera y preocupada...

Ahora mis lágrimas mojan...
la tierra que la sepulta...
y la mente me envenena...
si bien fué mía la culpa...
de no haber llegado a tiempo...
evitando su partida...
o de estar en el momento...
y sufrir la despedida...
acariciando su mano...
de frío cuerpo sin vida...

Muerde el dolor mis venas...
por tal error cometido...
sabe amarga la pena...
que en el alma ha nacido...
corazón en grietas queda...
destrozado y malherido...
goteando su condena...
en el pesar desmedido...
y a la Santa Muerte ruega...
aquel encuentro perdido...

Y en las noches, Soledad...
que me embriaga en el recuerdo...
vuelven llantos a estallar...
alborotando mi pecho...
vuelve el aire a asfixiar...
desgarrándome por dentro...
arrebatos sin piedad...
dejan el cuerpo maltrecho...
duele Vida sin cesar...
derramándose en mi lecho...

Sólo la luna me queda...
cuando alumbra en el cielo...
de la noche que hiela...
mi alma en desconsuelo...
seca mis ojos en vela...
posa en mi rostro su velo...
cuya luz en sangre quema...
el lamentable veneno...
y el dulce aroma me llega...
de Madre Flor en su vuelo.

M.I.F.B. (16/02/1940---10/09/2007)
Eternamente en mi corazón...para siempre en mi memoria...


Horus Kàiser.

sábado, 15 de marzo de 2008

DUELO EN SOLEDAD

Soledad de negro manto, que a mi noche has venido...
para darme caza y muerte, encerrándome entre hierros...
en la prisión de tus garras las espinas me has hendido...
de enrojecido dolor, en perdidos pensamientos...

Al sabor de la deriva por tu tez fuí seducido...
por amargas ilusiones y por sueños de tormento...
que desde furtivas sombras y entre dientes aniquilo...
para no hallarte presente en mi vida y mis encuentros...

Llora la rosa negra... en desconsolado nido...
que forman mis secas venas, entretejido lamento...
se van rompiendo en penas, como las hojas que piso...
entre tus rejas-condenas de este mi oscuro encierro...

Emparedado en olvido fuí por tu mísero vicio...
de mantenerme apartado, en desidia y sufriendo...
esta maldita locura, pérfida oscura que quiso...
que en mi mente y mi alma... sólo tú fueses lo cierto...

En tus locos arrebatos traicioneros fuí vencido...
enterrando mi sentir y cautivando mis adentros...
susurrándome palabras desdeñosas con sigilo...
que en negro corazón... sólo el odio es sentimiento...

Con presteza, en mis alas, fuertes lanzas has hundido...
abismándome en un mundo diferente y más complejo...
donde no existe futuro y el pasado se ha fundido...
con el lodo cienagoso... de este lúgubre momento...

Ya tantas han sido... las veces que has mentido...
abandonarme a mi sino, en rezos vas prometiendo...
de ocultas intenciones, disfrazando tu despido...
para siempre mantenerte entre mis brazos fingiendo...

Pasan las horas eternas, cortan en partes los hilos...
que en mi mente la pena, sienten tejiendo lo cuerdo...
y en la tristeza que quema, deslizas ágil tu filo...
clavando sello y clausura, sobre el altar de mi infierno...

Marcas los pasos a ciegas, que persiguen mi destino...
trazas grotescos dibujos, en mi aura y no comprendo...
matas a golpes mi alma, en mi voz cada suspiro...
que ávidamente se escapa, al verme así muriendo...

Ardes en hielo y quemas... el aire que respiro...
en mis labios te detienes, consumiendo hasta mi aliento...
y te ries... ironía, cada vez que yo te pido...
seques al viento mi sangre, rompas en suelo mi cuerpo...

Así pues, mi Soledad, entre tus brazos perdido...
a merced de la ansiedad, en la que sueño despierto...
por ser yo para ti... un total desconocido...
y tú seas para mí...no más que un mero recuerdo.

Horus Kàiser.

miércoles, 5 de marzo de 2008

CARPE MORTEM



"Pálido enfermo, peón asesino,
fúnebre tablero de tumbas y criptas...
canta jugada de jaque al destino
entre siniestras palabras proscritas.
Tristes figuras de alabastro y cristal...
corre maldita la sangre perdida,
con cálido frío del blanco metal
volvió retorcido mi cuerpo a la vida."

Recuerdo cuando partí a tu encuentro...
mi sangre, envenenada, se detenía...
poco a poco, mi carne y mis huesos se entumecían...
adormecida mi mente,
perdía la conexión con el tiempo y con la realidad
de una vida absurda, vacía e indeseada.

"Lúgubre abrazo furtivo e inerte,
vuelo sinuoso en sábanas blancas...
un baile cautivo al son con la muerte
en el sendero que cruzan las almas.
Relámpagos mudos, mi pecho desnudo,
estéril manojo de falsas venas
inyectan el cuerpo del frágil verdugo
abriendo heridas rugientes cadenas."

Me abrazaste tan fuerte...te sentí en mi ser...
me acunaste como a un recién nacido...
pero en tu rostro se dibujaba una mueca burlona,
me soltaste...te estabas alejando, no podía seguirte...
una extraña fuerza me arrastraba...
mientras contemplaba nuestra distancia.

"¡Soltadme! necios ladrones de sueños...
del panteón de mi lecho hacia el umbral
quebraron nefastos mi paso en el reino
de los caídos por gracia mortal.
Mi corazón ahora está muerto y oscuro
como ceniza, ollín y carbón...
alma en condena, espíritu impuro,
vida en tinieblas de negro blasón."

Permanezco paciente esperando tu vuelta...
una y otra vez nuestros caminos se cruzan
y cada vez ¡maldita seas! arrancas una parte de mí.
Con el mismo gesto burlón vienes a buscar a los míos...
sabes que me duele...gozas al verme sufrir...
pero se que un día llegará mi turno...
no podrás evitarme eternamente...vendrás a por mí.

"Partiré en silencio, llegará ese día...
volaré en libertad como soplo en el viento,
cuervo en el cielo, como alma sombría
y el presente será un eterno momento.
Verteré una vez más esa sangre perdida
que gritó mi pecado en un grave lamento...
en las sombras verán la figura valdía...
de un ser liberado...atrapado en el tiempo..."


Horus Káiser.

REZO MORTAL

En alegorías de los submundos giran las aldabas del portal oscuro...
se abre a la niebla del castigo y los condenados.
Rapsodias de ríos muertos recorren las venas olvidadas...
ya no hay sangre que corra en honor a la voluntad del vulnerable ser.
Subyugados son los sueños que otrora fueron perseguidos,
en afán del cumplimiento cayeron en desesperación,
dejando desperdigados resquicios de lo que se creía un fuerte corazón.
Penitencia sufre en silencio, temores y dudas
que como drogas paralizan el progreso de la evolución.
Así pues todo se torna oscuro, todo cuanto se concibe,
oscuro todo cuanto se abarca... vacío todo cuanto consuela.
Agonizan los recuerdos de tiempos pasados,
cuando cada día era disuelto en vida,
la luz perfilaba las sombras de un mundo ya perecido.
Pero el sacrílego aún ruega... desde cualquier retazo de oscuridad
se ofrece a nuevos sacrificios de esperanza por ser un miserable espectro,
perdonado por una epidemia de condolidas lágrimas de añoranza.
Cobijarse al amparo de la noche cuando el día viste del mismo color...
ni la luz alcanza a distinguirse entre paredes y objetos
que demarcan los planos de la realidad.
Acaso puede cambiarse lo que no existe,
en una transición...un cambio que no lo es...
pues cómo se puede matar lo que ya es muerto...
Puede ser, que con solo dejar consumir el poco calor que queda...
hasta que todo sea dominado por el frío
y se congele hasta la última gota de lo que tiende a simularse a la vida.
Quién sabe si habrá un después... puede que tras ese paso todo siga igual...
o sea como sumergirse en las aguas del olvido.


Qué más da tener cuerpo, si permaneces insustancial...
los momentos no se diversifican, todos ellos son una masa uniforme,
abominable e indigerible a la pésima saciedad de un alma que no se manifiesta,
despojada de su vanagloria por una despiadada guillotina de maldad.
Para qué tener mente, si la memoria se obtura,
deteniendo la afluencia de los ecos del pasado... no mueren en el futuro,
sino que se ahogan en el mismo presente en que son forjados.
Por qué regresar, si nunca hubo un partir...
una efímera línea que no se sigue pierde la consistencia que le otorga sentido,
el valor de su propia existencia... o tal vez no se pierda, porque nunca existió.
Qué más da ser...o estar, si todo apunta hacia la misma indiferencia...
todo cuanto es pasa desapercibido, ignorado...
tal vez por que no es nada...no es nadie.
De qué sirve aventurarse hacia lo desconocido,
si se busca alejarse del mismo punto al que siempre se acaba volviendo...
Buscar más allá del tiempo, del espacio, de la vida y de la muerte...
y trazar una línea que al seguirla... tal vez merezca tener algún sentido...


Horus Kàiser.

miércoles, 20 de febrero de 2008

PERDICIÓN



Si se enmaraña mi mente en lodos de tristeza...

en los mares del silencio una isla he de buscar.

De palabras ancestrales se describe mi simpleza

y me tornan en discípulo de un nuevo despertar.


Si me pierdo una vez más en los bosques del olvido

o mi vida es exiliada a una tierra en soledad

y la muerte enmascarada se detiene en mi camino...

partiré si es necesario, si mi culpa he de pagar.


Agotando ya mi aliento me revuelco entre pecados

de unos tiempos maldecidos que antaño vi pasar

por las venas y los huesos de mis años marginados

que mi alma y mi memoria inundaron de pesar.


Desgarrado por jirones en mi piel envejecida

me levanto entre cenizas de un cuerpo sin verdad,

engañado por intrusos desacuerdos de mi vida

que en mi carne sus cuchillos no cesaron de clavar.


Entre dudas ignorantes de ideas malnacidas

visitantes de mis sueños, mi cabeza y mi pensar,

agonizan ya mis puertas, mis caminos y salidas,

desvanecen entre sombras que no logro vislumbrar.


De supuestas esperanzas se disfraza mi ocaso

por momentos transitorios que me dejan recordar

una luz entre tinieblas que se crece paso a paso,

en destellos y palabras que no consigo olvidar.


Pese a todo mal inmundo me destierre en la nada...

no hay corazón ni alma que por mí ha de llorar,

ni los ojos que contemplen mi muerte consumada

se torturen por mi sino...se disuelvan en piedad.


Horus Kàiser.

sábado, 16 de febrero de 2008

DELIRIO


Se borraron las palabras, ardieron los escritos... tantas ideas...tantos sentimientos dictados por un marchito corazón... embellecidos por la delirante mente caótica... llevados al papel con tinta de sangre y pluma de hueso... volaron las letras, se acabaron los versos... Sólo quedan vagos recuerdos de un inexorable pasado... ya casi extintos se van apagando como la débil llama de una vela... perdiéndose en las sombras, pintándose de oscuridad... es cuestión de tiempo... Pero qué es el tiempo más que el lejano canto de lo que fue un caudaloso río, implacable y arrasante... todo se lo llevaba...
ahora queda una pésima charca de agua, turbia e inmóvil, en un cauce pedregoso y seco... un lecho de roca... Como la piedra que antaño se elevaba en poderosa fortificación... un hogar, una familia, un orgullo...una vida... y de mi interior sus muros, montados piedra sobre piedra... todo se derrumbó, desmoronándose entre sacudidas... en una hecatombe de fatídicos hechos y aborrecibles sentimientos... Heme ahora perdido en un apocalipsis mental... escondiéndome del dolor que me causa la luz... vagando al amparo de umbrales y sombras de las desgastadas ruinas... muriendo una y otra vez entre lúgubres estatuas decapitadas por las tempestades de una marcada condena... Ya no recuerdo qué es la vida... lo sagrado se tornó inaccesible...lo divino, inalcanzable... mi ser se retuerce y se lamenta, víctima de la profanación... sólo me queda esperar...en mi letargo, en mi agonía... destruir mis constantes sueños y proseguir en decadencia... mi nefasto camino hacia una nueva muerte...
Horus Kàiser.

lunes, 11 de febrero de 2008

EXILIO


Desplegándose del sueño, entumecidas mis alas...
van extendiendo su temple, en aristas estiradas...
azotan el aire viciado, recobran la vida gastada,
recuerdan el mismo dolor que las mantiene clavadas.

Atrás se pierde mi sombra, en borrosa rezagada...
el crepúsculo la enrosca, ansiedad desperfilada...
destilan sus fríos contornos, consuelan su necia mirada...
destierran al sol ceremonias, en su esencia perpetuada.

Eclipse de luna se erige, memorando mi camino...
con manos de diosa se rige, sobre la capa nublada...
liviandad en mis lomos se posa, una lágrima reflejada...
orando a los tiempos su rosa, renombrando mi destino.

En el negro de la noche se va deslizando mi alma...
sobre arroyos que retuercen su raudo vagar entre niebla...
excavando las heridas de una tierra que no tiembla...
y se pierden entre rocas, desnudándose en la calma.

Siempre mi fiel compañera, soledad inseparable...
invisible rehusa la vida, inexistete cubre mi velo...
transcurriendo en transparencia, ante cualquier ojo ajeno...
acompaña en mi viaje hacia otra tierra inefable.

Entre penumbras sangradas quedan aquellos malditos...
que buscaron destruirme, derribando la piedra manchada...
de los muros del silencio, placidez de mi morada...
corrompida por corruptos, entre lamento y suplicios.

Corazones desdeñados, destemidos de sus actos...
acaudalan la deshonra, en sus hijos encorvados...
esbirros de la traición y de sus vidas maldonados,
perecen entre las áscuas de su infierno y de sus pactos.

Ante mí... ya la negrura, la tiniebla de mi exilio...
se acrecenta a mi llegada, perforándose en mi pecho...
consagrándose en mis ojos, arropándose en mi lecho...
proclamándose en mi sino...y en las sombras mi concilio.


Horus Káiser.

domingo, 10 de febrero de 2008

VIDA MUERTA



Demasiado...ya lo suficiente he vivido... para darme cuenta de que éste, no es mi tiempo... para saber que aquí, no está mi lugar... Hondo abismo, que absorvió... todo lo que fielmente guardaba mi corazón... ocupando su lugar un vacío, oprimido... que lentamente fué expandiendo la nada... hasta lo más profundo de mis raíces... emparedando mi alma... bajo un blindaje de agudas espinas... Ni las afiladas cuchillas que sesgan mi carne... son manchadas por la sangre, emponzoñada... que se va escurriendo...alejándose de mí... llevándose, aún cálidos, mis desechados recuerdos... Dormidos sueños contaminan mi memoria... de lo que muchos llaman ilusiones...esperanzas... opciones ridículas que se aferran a la salvación... sin razón, pretenden engañar a la muerte... Entre susurros osan traicionarme, malditos... mi mente, agitada intenta desembarazarse... de esos perros inmundos, rabiosos... que devoran, hacia adentro...mis heridas... Entra el aroma de la luna por la ventana... me invita a volar...abandonar el frío cuerpo... no puedo, aún los sentimientos...viven... me aferran, como atenazantes brazos... oxidados grilletes de ira, rugientes cadenas de odio... tensas ataduras de furia y desprecio, prisionero... Mi voz se eleva hacia el firmamento... casi inaudible, desgarra mis oídos... y el perdón se regocija entre mis manos... desesperado, intenta alcanzar mi pecho... deshecho...destruye cuanto me aprisiona... Despierto, el frío se ocultó...temblando... mis ojos se abren...al nublado dolor... de blanco, visten cuanto vislumbran... blancas...me cubren...las sábanas...


Horus Káiser.

sábado, 9 de febrero de 2008

ALMAVORÁGINE


El Tiempo de la Oscuridad envuelve mi mundo... en el anochecer, los vórtices de la tempestad posan sus ásperas manos sobre los balcones de mi soledad... dañando mi olvido el radiante resplandor del ocaso... llamando la atención a mis adormecidos sentidos y acariciándolos con ruidosos haces de luz...se acerca. Caballeros de negra armadura… negras espadas cortan el aire… anuncian tu venida entre cánticos y graznidos. Siervos de la noche rondan las cimas… saludan tu llegada, aullidos de los bosques. Erguidos majestuosos se inclinan ante ti los árboles… reverencian tu presencia, impetuoso vendaval que acompañan tus torrentes chasquidos y hojarasca. En el sudor de la tierra rebosa la humedad de tu perfume... tu llanto ahoga las planicies…cruje el cielo. Descienden fulgurantes tus manos… entre blancos destellos veo tu alma… Estoy aquí, esperándote con los brazos abiertos… cuando el mundo corre a refugiarse, salgo a recibirte, abrazarte…amarte... Muchos son los que temen tu ira… yo soy el que adora tu tristeza, llora sobre mí… Ahora que estamos juntos…es nuestra noche… creas las sombras en esta oscuridad, todo lo iluminas por segundos… estremeces…por instantes, resquebrajas la atmósfera… Cantas la melodía de nuestro encuentro entre los muros de mi hogar… y juegas, juegas con mi cabello… tus caricias me rodean…es nuestro baile… Derramas las lágrimas que rozan mi rostro, lágrimas que bañan mi lastimado cuerpo… llora, llora mientras muestras nuestro dolor… imparable poder que azota la vida… Cúbreme con tu llanto, abrázame más fuerte… desprende la amargura en el soplo de tu furia, calma la desdicha que trasluce nuestro aliento… rompe esta condena, libera nuestra alma… Detente un momento en el tiempo…escucha apagado mi corazón… en la magia de la noche, en la sinfonía de nuestra esencia… Prosigues tu camino, lentamente…te alejas… tu voz se torna en susurros de despedida… ya no te quedan lágrimas para mí… Una vez más iluminas la noche… clavando tu rostro en mi reflejo sobre la hierba mojada, estirando mi sombra hasta el horizonte… más lejos de ti, cada vez…más lejos… Y por fin rasgas el cielo… Apagada y débil…el último adiós… Vuelve a cambiar el mundo… Vuelve a ser lo que era…sin ti… Desplomado, golpean mis rodillas el suelo… Caen mis lágrimas sobre las tuyas… En la lejanía ya no te alcanzan mis ojos, cruza mis labios el suspiro de la soledad y muere, frágil en la brisa… En las cimas, acunan los bosques un gemido… lamentan tu partida los siervos de la noche… Aguardaré tu regreso…en el punto más alto… sumiré en letargo el deseo de abrazarte de nuevo… hasta que al fin, me acaricies con tus manos, me ames con tu cuerpo… y me inundes con tu luz.

Horus Káiser.