sábado, 16 de febrero de 2008

DELIRIO


Se borraron las palabras, ardieron los escritos... tantas ideas...tantos sentimientos dictados por un marchito corazón... embellecidos por la delirante mente caótica... llevados al papel con tinta de sangre y pluma de hueso... volaron las letras, se acabaron los versos... Sólo quedan vagos recuerdos de un inexorable pasado... ya casi extintos se van apagando como la débil llama de una vela... perdiéndose en las sombras, pintándose de oscuridad... es cuestión de tiempo... Pero qué es el tiempo más que el lejano canto de lo que fue un caudaloso río, implacable y arrasante... todo se lo llevaba...
ahora queda una pésima charca de agua, turbia e inmóvil, en un cauce pedregoso y seco... un lecho de roca... Como la piedra que antaño se elevaba en poderosa fortificación... un hogar, una familia, un orgullo...una vida... y de mi interior sus muros, montados piedra sobre piedra... todo se derrumbó, desmoronándose entre sacudidas... en una hecatombe de fatídicos hechos y aborrecibles sentimientos... Heme ahora perdido en un apocalipsis mental... escondiéndome del dolor que me causa la luz... vagando al amparo de umbrales y sombras de las desgastadas ruinas... muriendo una y otra vez entre lúgubres estatuas decapitadas por las tempestades de una marcada condena... Ya no recuerdo qué es la vida... lo sagrado se tornó inaccesible...lo divino, inalcanzable... mi ser se retuerce y se lamenta, víctima de la profanación... sólo me queda esperar...en mi letargo, en mi agonía... destruir mis constantes sueños y proseguir en decadencia... mi nefasto camino hacia una nueva muerte...
Horus Kàiser.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno mi niño, paso a dejar una pequeña huella en tu página.

Espero pronto leer ese tan ansiado libro y que el escritor me lo pueda firmar (y te recurdo que para eso debe de estar vivo ;P)

Un saludo pequeño.

Caffiel